El orden mundial proyectado por Henry Kissinger

24.07.2020

La aparición de China en el escenario mundial a principios del Siglo XXI y el ejercicio efectivo de poder de Rusia como actual factor de equilibrio entre Asia y Europa, ha puesto fin a la administración hegemónica de fines del Siglo XX desde la caída de la URSS, donde los Estados Unidos se establecieron como centro de gravedad en la conducción de las relaciones internacionales y conducción de la política mundial. En virtud de ello, la estrategia emprendida por Henry Kissinger, en su libro "Orden Mundial" ha sido desarrollada a partir de una tesis de acción política sobre la cual pretende sustentar el porvenir de un nuevo sistema de equilibrio mundial donde los Estados Unidos mantengan su poder en la administración del planeta. Respecto de ello, el autor establece como camino, un parámetro ideal de referencia como fue el sistema internacional denominado "La Paz de Westfalia", a mediados del Siglo XVII, suscripto por los imperios europeos de la época, un modelo de negociación equilibrada entre las grandes potencias de la época donde negociaron la administración de Europa. En este sentido, el autor entiende que en la actualidad, el mundo necesita un orden mundial global y explica que se trata de una negociación extremadamente compleja en atención a la presencia de intereses, identidades y valores divergentes entre las Naciones, las cual se centra en la actualidad, por un lado, en el poder occidental cristiano católico y protestante conducido por Estados Unidos, por el otro, el poder del occidente ortodoxo conducido por Rusia, y por último el poder del oriente comunista conducido por La República Popular China, razón por la cual, concluye que un acuerdo de equilibrio Westfaliano sería prácticamente imposible, pero que se debe tender a un modelo similar. Por ello, el histórico y controvertido estratega norteamericano remarca que China y Estados Unidos poseen una formación cultural y política profundamente divergente, con lo cual entiende que la única política proyectada entre Pekín y Washington se podrá establecer bajo un orden internacional replicante al de una guerra fría, donde existen dos tipos de equilibrios, independientes uno de otro. En el caso de Rusia, Kissinger manifiesta que es una Nación que tiene una historia de unidad con Europa, haciendo énfasis en el modelo de sistema de Viena post-napoleónico, conocido como la "Cuádruple Alianza" (Austria, Prusia, Inglaterra y el Imperio Ruso) el cual ha manifestado ser el acuerdo que más se acercó a un modelo global europeo. Sin embargo, el autor plantea que la unidad regional de Europa nunca se logró mediante procedimientos administrativos sino que ha requerido de un unificador, para lo cual emerge tres opciones: 1) La unidad Atlántica, es decir la conducción de los Estados Unidos a través de la OTAN; 2) Adoptar una posición neutral, lo cual lo aislaría en sus pretensiones de ocupar un rol global y 3) Establecer un pacto tácito con una potencia extra europea o un grupo de ellas. En este último punto plantea la posibilidad de unión de la OTAN+Rusia, acuerdo largamente buscado durante los años de hegemonía norteamericana. Resta expresar, que para Kissinger Medio Oriente está destinada al caos (guerra santa o sectaria y dominación extranjera) por estar tironeada entre dos alternativas: unirse a la comunidad internacional o luchar contra ella. Para el caso de Sur América y África el autor no desarrolla tesis concreta, es probable que desde el sistema de referencia del cual se sitúa, los Estados Unidos, niegue el desarrollo de ambas regiones hacia una geopolítica autónoma. En definitiva, se desprende que la proyección de Kissinger, sea cual fuere el proceso de unificación y orden, debe ser a su parecer, bajo un ordenamiento de corte autoritario, donde la dirección del mundo occidental sea ejercida desde los Estados Unidos, dejando de lado los principios del derecho internacional y tal como se explica en el libro de análisis, el modelo de reestructuración de Europa podrá ser similar a la unificación de Prusia comandando por Otto Von Bismarck donde se ha logrado destruir el equilibrio europeo reemplazando el gran mecanismo newtoniano por un mundo darwiniano de supervivencia del más apto. Particularmente Bismarck reconstruyó el Imperio Alemán desde la fuerza, propósito que, de acuerdo a los acontecimientos, está llevando a cabo Estados Unidos, por un lado quebrando el equilibrio euroasiático donde Rusia es centro y vector de unidad, por el otro, aislando a la China y por último controlando la América, África y Medio Oriente desde el caos y debilitamiento de los Estados-Nación.-

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